Si, la cague y me siento mal.
Nunca debi haberme metido alli, debi simplemente quedarme viendo tele o acostado escuchando lo nuevo de King's X. Porfiado como siempre emprendi mi camino a la cocina, sabiendo que se encontraba alli, pero con la suficiente indiferencia para ni siquiera notar que alli se encontraba, por que el solo pensar en el me daba repugnacia, incluso un poco de asco. No sabia si habia salido y comido del plata para luego esconderse y perecer bajo ese mueble sin que nadie lo notara, salvo algun amigo suyo que por algun motivo en particular se encontrara bajo las mismas circunstancias asustando como el anterior y horrorificado al encontrar el cadaver de aquel de su raza.
Los perros seguian landrando en el patio y me asome para mirar que hacian y jugaban entre ellos, aunque los juegos de Apolo son un tanto violentos y rompio una ceja de zacha. Al volver a la cocina me asome al lado de la cocinilla, para ver si se habia asomado o su cadaver se encontraba alli. Lamentablemente el pobre ya habia comido de aquel plato y el veneno ya hacia estragos en su pequeño cuerpo, era tan pequeño que facilmente hubiese cabido en la palma de mi hija. El pobre ya sufria, lo podia notar en su cuerpo, casi inmovil. No lo dude y tome la escoba y debi golpearlo por que ya sufria, su cuerpo no respondia. Aseste el primer golpe y un chillido hizo caer las lagrimas por mis mejillas.
¿Que tanto daño podia hacer el?, no es su culpa que nosotros nos iterpusieramos con nuestras costumbres y nuestro infundado miedo en su camino, menos encontrarse con ese atrallente olor a hembra que esconde aquel veneno y que a su corta edad lo debe haber vuelto loco. No fui capaz de sacar el escobillon para ver su cuerpo alli, asi que como cualquier niño llame a mi mama para que lo sacara, escondiendo las lagrimas que aun corrian por mis mejillas. No se si lo habra notado, pero tampoco me importa mucho, por que note que tambien tenia pena, lo tomo con una bolsa y lo dejo en el patio.
Quizas no somos lo suficientemente inteligentes para condenar criminalmente a las personas que dañan a los animales, se me vienen a la mente muchos otros casos, como cuando vi a mi Papa matar a una perra de un escopetazo, alegando de que ya estaba vieja, o cuando atropellaron a Barry. Quizas en algun lado existe un tribunal oral para animales, en donde incluyo completamente al animal tipo humano, que simplemente por que ve las cosas desde otra perspectiva y cree poseer una cultura e inteligencia que lo hace superior al resto de las criaturas que habitan este mundo, se toma la libertad de abusar de ellos.
Me declaro completamente culpable.
Nunca debi haberme metido alli, debi simplemente quedarme viendo tele o acostado escuchando lo nuevo de King's X. Porfiado como siempre emprendi mi camino a la cocina, sabiendo que se encontraba alli, pero con la suficiente indiferencia para ni siquiera notar que alli se encontraba, por que el solo pensar en el me daba repugnacia, incluso un poco de asco. No sabia si habia salido y comido del plata para luego esconderse y perecer bajo ese mueble sin que nadie lo notara, salvo algun amigo suyo que por algun motivo en particular se encontrara bajo las mismas circunstancias asustando como el anterior y horrorificado al encontrar el cadaver de aquel de su raza.
Los perros seguian landrando en el patio y me asome para mirar que hacian y jugaban entre ellos, aunque los juegos de Apolo son un tanto violentos y rompio una ceja de zacha. Al volver a la cocina me asome al lado de la cocinilla, para ver si se habia asomado o su cadaver se encontraba alli. Lamentablemente el pobre ya habia comido de aquel plato y el veneno ya hacia estragos en su pequeño cuerpo, era tan pequeño que facilmente hubiese cabido en la palma de mi hija. El pobre ya sufria, lo podia notar en su cuerpo, casi inmovil. No lo dude y tome la escoba y debi golpearlo por que ya sufria, su cuerpo no respondia. Aseste el primer golpe y un chillido hizo caer las lagrimas por mis mejillas.
¿Que tanto daño podia hacer el?, no es su culpa que nosotros nos iterpusieramos con nuestras costumbres y nuestro infundado miedo en su camino, menos encontrarse con ese atrallente olor a hembra que esconde aquel veneno y que a su corta edad lo debe haber vuelto loco. No fui capaz de sacar el escobillon para ver su cuerpo alli, asi que como cualquier niño llame a mi mama para que lo sacara, escondiendo las lagrimas que aun corrian por mis mejillas. No se si lo habra notado, pero tampoco me importa mucho, por que note que tambien tenia pena, lo tomo con una bolsa y lo dejo en el patio.
Quizas no somos lo suficientemente inteligentes para condenar criminalmente a las personas que dañan a los animales, se me vienen a la mente muchos otros casos, como cuando vi a mi Papa matar a una perra de un escopetazo, alegando de que ya estaba vieja, o cuando atropellaron a Barry. Quizas en algun lado existe un tribunal oral para animales, en donde incluyo completamente al animal tipo humano, que simplemente por que ve las cosas desde otra perspectiva y cree poseer una cultura e inteligencia que lo hace superior al resto de las criaturas que habitan este mundo, se toma la libertad de abusar de ellos.
Me declaro completamente culpable.
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